Un texto se constituye a partir de las ideas que se transforman en palabras, después éstas se agrupan en oraciones que se unen para conformar párrafos.
Por tanto, la coherencia y pulcritud de un texto depende de un conjunto de cualidades; la claridad de las ideas, el significado preciso de las palabras, la correcta sintaxis de las oraciones, el cuidado en el orden y contenido de los párrafos.
Recuerda que las oraciones son conjuntos de palabras que tienen una intención comunicativa y, a menos que se trate de un texto literario, lo mejor es respetar el orden de una estructura simple: sujeto, verbo y complemento.
Función de los párrafos
Además de la clasificación en función de su contenido, los párrafos cumplen una función en el tratamiento del tema de acuerdo al orden que guardan en el texto:
1.- Párrafo inicial o de introducción.
Independientemente de que se trate de una carta, de un informe o de un ensayo, el primer párrafo sirve para anunciar el tema o la idea central. Sin embargo, puede haber un párrafo inicial dedicado a establecer la comunicación con el lector, tratar una situación general o a los antecedentes del tema y a éste le seguirá el que es propiamente el párrafo de introducción donde se establece claramente la tesis o idea central y se delimita.
2.- Párrafo de desarrollo.
Por lo general son varios y constituyen el cuerpo del texto. Permiten exponer la información, argumentos y fundamentos del tema.
Es conveniente que cada párrafo contenga una sola idea principal con una función específica y relacionada con el tema central, y se agreguen las ideas secundarias que dan soporte a la información y opiniones.
3.- Párrafo final o de conclusión.
El último o últimos párrafos de un texto sirven en la mayoría de los casos para plantear la conclusión y pueden contener los resultados que se han obtenido en una investigación, una propuesta, una convocatoria, un breve resumen de la postura del autor o de los puntos que se desea resaltar.
Tanto los párrafos de inicio como los de conclusión pueden utilizar una cita, una anécdota o bien hacer una síntesis del tema.
Al redactar un texto se recomienda:
· Distinguir entre las ideas principales y las secundarias.
· Que cada párrafo sea claro respecto a cuál es la idea central (esencial) que trata.
· Que se termine de desarrollar un tema antes de abordar el siguiente.
· Evitar el retorno a las ideas ya tratadas.
· Diferenciar entre información, argumentos y opiniones.
· Validar las afirmaciones con información y ésta con el crédito correspondiente.
· Crear nexos entre los distintos párrafos para dar coherencia al texto.
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